El cuadro de instrumentos del coche es un panel que está situado enfrente del puesto de conducción, detrás del volante, y su función es proporcionar información al conductor de forma rápida e intuitiva. Un simple golpe de vista es suficiente para conocer la velocidad a la que se circula o el número de kilómetros recorridos. De este modo no se distrae la atención del conductor, que rápidamente puede volver los ojos a la carretera por su propia seguridad y la del resto de usuarios.
El tablero contiene también una serie de indicadores luminosos que nos permiten conocer otra información esencial sobre el funcionamiento y estado del coche. Se trata de unos símbolos que representan distintos elementos y componentes del vehículo (luces, aceite, motor, cinturón…) que se iluminan de diferentes colores.
Cuando los testigos aparecen en rojo o en ámbar nos comunican que hay una anomalía grave o un fallo en el sistema que hay que reparar. En cambio, cuando la luz es de color verde, azul o blanca únicamente nos informa de que esa función está activada.
Aunque no es obligatorio que todos los fabricantes instalen el mismo tipo de luces de avería en el coche, por norma general los iconos representados suelen ser similares. Esta circunstancia facilita que en seguida podamos identificar el problema que presenta el coche y sepamos qué avería nos está comunicando. En ocasiones, no obstante, no queda más remedio que recurrir al manual del fabricante para conocer el significado del icono que se acaba de iluminar. Ocurre cuando nos sobreviene una avería poco frecuente que nos coge por sorpresa.
Las pequeñas líneas rojas que aparecen a lo largo del recorrido de la aguja suelen situarse sobre los 30, 50 y 90 km/h
Sin embargo, algunas veces no somos capaces de averiguar el significado de algo que resulta muy obvio. El caso más flagrante lo tenemos en el icono que indica el nivel de gasolina. Está representado por un surtidor del cual cuelga una manguera. Si la goma sale de la derecha significa que el depósito de nuestro vehículo se encuentra a ese lado y si cuelga por la izquierda nos informa que el combustible se carga por el lado del conductor.
Del mismo modo que a muchos conductores les pasa desapercibido el detalle de donde cuelga la manguera, otra legión de personas que se ponen al volante no conoce el significado de unas marcas de color rojo que aparecen en los velocímetros analógicos, eso es, los que llevaban los coches antes de que los cuentakilómetros digitales llegaran a la industria automotriz.
Estas marcas solo son apreciables en los velocímetros analógicos, aunque no todos las llevan
Estas pequeñas líneas de color rojo, generalmente no más de tres, se intercalan entre los números que indican la velocidad del coche cuando la aguja se sitúa sobre esos dígitos. Aunque existe la teoría de que estas marcas informan al conductor del momento en el que debe cambiar de marcha eso no es así.
Estas líneas suelen estar marcadas sobre los 30 y los 50 km/h y también es habitual verlos en los 90 km/h o los 130 km/h. Los dos primeros indican los límites de velocidad urbanos más habituales en Europa. En España, por ejemplo, el límite de 30 km/h entró en vigor el 11 de mayo de 2021 y se aplica en vías de un único carril por sentido de circulación mientras que en las vías de dos o más carriles por sentido de circulación la velocidad máxima permitida es de 50 km/h.
Por lo que respecta a la tercera marca, que normalmente figura en los 90 km/h o los 130 km/h, corresponde a los límites de velocidad más generalizados en Europa en carreteras convencionales y en autovías y autopistas. En nuestro país, no obstante, el margen máximo al que se puede conducir legalmente por vías de alta velocidad es de 120 km/h.
Fuente: La Vanguardia
