General | 31/08/2024
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Embrague Antirrebote: qué es y cómo funciona

Embrague Antirrebote: qué es y cómo funciona

El embrague antirrebote, también conocido como embrague con reductor de par o sistema antibloqueo, es una innovación presente en muchas motos modernas que mejora significativamente la seguridad y el control durante la conducción. Su principal función es evitar que la rueda trasera se bloquee o rebote al bajar marchas durante frenadas intensas, lo que permite un mejor aprovechamiento del freno motor.

Este sistema es un tipo de embrague multidisco que incorpora rampas internas que ajustan la presión de los muelles y separan los discos sin necesidad de que el conductor accione la maneta. De esta forma, los discos patinan entre sí cuando el eje primario del cambio gira demasiado rápido, evitando que el motor se pase de revoluciones. Esto ayuda a mantener la rueda trasera pegada al suelo, recortando la distancia de frenado y reduciendo el desgaste del neumático trasero. Además, junto con el sistema de freno ABS, prácticamente elimina el riesgo de que las ruedas patinen o derrapen durante frenadas bruscas, ya sea en una conducción deportiva o en situaciones imprevistas en carretera.

Entre las ventajas del embrague antirrebote destacan la reducción de daños en la caja de cambios durante reducciones bruscas y el aumento de la vida útil de los componentes de la transmisión secundaria, ya sea por cadena, cardán o correa dentada. Asimismo, al evitar que la rueda trasera rebote o se bloquee, permite que las suspensiones funcionen de manera más eficiente, mejorando la estabilidad de la moto y facilitando la entrada en curvas, lo que reduce significativamente el riesgo de caídas. También permite que el conductor se concentre en otros aspectos de la conducción sin preocuparse tanto por dosificar el embrague al bajar marchas.

Aunque este sistema fue inicialmente desarrollado para motos de competición, su uso se ha extendido a muchos modelos de producción. Es posible instalar un embrague antirrebote en motos que no lo traen de serie, especialmente en deportivas de los años 90 y principios del siglo XXI. Este sistema, que debutó en la Honda NR500 en 1979 durante el Campeonato del Mundo de Velocidad, ha sido adoptado por las principales marcas y hoy es común en motos de más de 500cc, así como en modelos de menor cilindrada en competiciones como la Supersport 300.

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